
Han cambiado sus números a 15 y 17, pero son la misma basura de siempre. Muchos creíamos que en el proceso se iban a suavizar bastante, pero parece que solo hubo cambios tras los acuerdos bilaterales entre Francia y Alemania, poca novedad en la práctica ha habido.
Y con ésto Europa pone aún más trabas a la innovación y al uso de Internet, demostrando que su Parlamento siempre va a estar del lado de los lobbys con más dinero incluso aunque con ello se carguen la libertad de expresión o un sector como el tecnológico, básico hoy en día.