
El cifrado de extremo a extremo (end to end en inglés) es una técnica que cifra la información desde el receptor y la descifra el emisor, impidiendo que haya ningún mecanismo intermediario capaz de conocer su contenido. Ni siquiera los proveedores del servicio, a no ser que por (mal) diseño tengan también la clave de cifrado.
Este tipo de cifrado es una base que se debe defender para evitar la intromisión no solo de hackers sino de empresas privadas y gobiernos. Porque sí, hasta los gobiernos más «progresistas» de la Unión Europea han pedido en varias ocasiones que se añadan puertas traseras al cifrado por motivos de seguridad. El problema es que una vez activas un método para saltarte la privacidad ya no puedes confiar en ese método.