En la práctica es básicamente es lo mismo que el Google Home Mini de hace unos años.
Es cierto que se mejora el sonido levemente y que la recepción de nuestras órdenes puede ser mejor gracias a un tercer micrófono, pero en la práctica lo más interesante que ofrece es que se puede colgar de la pared y emparejar en modo estéreo con otros altavoces.
La ventaja de que no sea una evolución palpable es que si has metido uno en cada habitación de tu casa no te tocará renovarlos todavía.