La tasa Google es un impuesto del 3% a la venta de publicidad y datos personales entre grandes compañías que están intentando aprobar en diferentes países.
Parece un impuesto totalmente legítimo, como el de la tasa Tobin (que se aplica a la compravebta de acciones), pero tiene un problema: las empresas más afectadas en la actualidad son de Estados Unidos y su presidente parece dispuesto a boicotear cualquier intento de aprobar esta clase de tasas a base de imponer medidas arancelarias a los productos de ese país.
Veremos qué ocurre en el caso de España…
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Ocurre que todo se aplaza hasta finales de año, como en Francia. La idea es que la OCDE tome el mando de la situación y que los miembros apliquen esa clase de medidas de forma más unida para evitar las presiones americanas antes de sus elecciones presidenciales.