Aunque es un caso muy concreto y en un programa no tan popular fuera del nicho de jugadores, me parece muy útil recordar hasta qué punto es peligroso confiar demasiado en códigos QR, por mucho que vengan de conocidos y amigos.
El mayor problema que le veo es que muchos lectores de códigos te muestran una versión recortada del enlace hacia el que te van a redirigir. Puede ser suficiente para desconfiar, pero también podría llevar fácilmente a engaño.
Por lo demás, el mayor problema de este caso es que Discord se lo ha puesto muy fácil a los atacantes… y, probablemente, no sea la única app en hacerlo.