Dos cosas que no me gustan de este titular: por un lado, el clickbait no citando ese “virus”; por el otro, que den por hecho que todos sus lectores tienen ese programa instalado.
Hablan de μTorrent, el programa que lideró el fenómeno de los torrents durante la última década, pero que lleva ya unos cuantos años protagonizando un descenso hacia los infiernos del adware. Durante un tiempo era posible tenerlo configurado sin publicidad ni extras absurdos activando algunas opciones, pero esa etapa no duró demasiado.
Personalmente recomiendo PicoTorrent, un buen sucesor espiritual con la sencillez de la que presumía el original que es de código abierto y cuenta con una interfaz muy limpia.
Recordemos que BitTorrent no es equivalente a piratería, sino que se trata de un protocolo descentralizado de intercambio de ficheros que también permite que el software libre pueda distribuirse sin gastar enormes cantidades de dinero pagando servidores.