Me parece muy interesante este cambio de tendencia tras casi 20 años, pues parece una forma desesperada de intentar agrandar los números en momentos zozobra.
Lo que no tengo claro es si esta «rendición» afectará a la exigencia de que las cuentas principales tengan un nombre real. No es lo más habitual del mundo, pero de vez en cuando Facebook suspende a usuarios por tener nombres raros y les exige una verificación de su cuenta mediante DNI y el cambio a su verdadero nombre.