
Es surrealista que Internet en España lleve secuestrada dos meses y medio por una asociación deportiva con un excesivo y enfermizo ánimo de lucro que antepone a cualquier derecho ciudadano.
Según el estudio de Jaume Pons, prácticamente 14 500 webs con domino español están siendo boicoteadas los fines de semana y días de Champions por usar un servicio de protección como el de Cloudflare que todo el mundo recomienda para evitar ser víctimas de ataques DDoS.