Doy fe de que esta tendencia es real: la gente se ha acostumbrado tanto a pedir el restablecimiento de contraseña que ya no asimilan casi ni recordar o apuntar una contraseña.
Pero claro, luego llegan servicios como el DNI electrónico cuyo proceso de recuperación de contraseña requiere ir a una máquina en la comisaría de policía y se les nubla la vista y echan espuma por la boca.