Una clásica consigna de la piratería es que si no me ofreces una forma legal de acceder a tu contenido, me siento más justificado a la hora de piratearlo.
Ocurría hace una década con las series que se estrenaban en España medio año después y vuelve a ocurrir ahora con las plataformas inaccesibles como Apple TV+ o Disney+.
Lo peor es que mucha gente ha desempolvado sus oxidados bártulos piratescos y quizás ahora vean innecesario volver a la senda legal.