
Hace tiempo que las redes sociales privativas abusan de nuestro FOMO (Fear Of Missing Out, miedo a perderse cosas) y, como reacción, nació el JOMO (Joy Of Missing Out, alegría de perderse cosas).
La idea no podía ser más sencilla, se trata de mantenernos desconectados en la medida de lo posible mediante límites de tiempo, control de las notificaciones, horarios de ausencia y días de desconexión total.
Es una de esas cosas que es muchísimo más fácil decirlas que hacerlas. Pero también ponerle nombre y hablar de sus sencillas pautas pueden ser el motivo para iniciar el quebrantamiento de nuestra dependencia de la red.