Todos sabíamos que tarde o temprano iba a ocurrir algo así: YouTube nos amenaza con bloquearnos el acceso a sus vídeos si no desactivamos el bloqueador de publicidad… y parece una estrategia ilegalísima en la Unión Europea.
Supongo que, mientras cuele, se llevarán un buen dinero bien sea por suscripciones o por publicidad. Y eso luego no habrá forma de reclamarlo por mucho que le hagan dar marcha atrás en su estrategia.
Parece que la solución pasa por actualizar los filtros del bloqueador, pero los usuarios de Chrome se llevan la peor parte porque sus extensiones están más limitadas.
Sea como sea, me parece un buen momento para recomendar Mozilla Firefox, AdNauseam (o uBlock Origin) y a confiar en que los adblocks sigan ganando batalla a batalla.