Es un soplo de aire fresco ver un artículo en un medio español llevando la contraria al primer impulso que puede generar un concepto. En este caso se trata de la carta digital, un servicio online que permite enviar cartas postales muy cómodamente y sin pasar por la oficina de Correos.
El proceso es el siguiente: seleccionas la plantilla y formato, escribes el texto, decides si añadir algún extra (color, carta certificada) y pagas. Todo desde tu casa, con ordenador o teléfono. Tras eso, la oficina más cercana de Correos imprime la carta y se la entrega. Todo muy limpio energéticamente hablando.
Al final solo era necesario entender que no todo se ha hecho para usuarios digitales que denostan todo lo «analógico», sino que este servicio en concreto puede ser muy útil para algunas personas en casos puntuales.