Resulta que hay mucha gente sorprendiéndose de descubrir archivos de todo tipo alojados en Google Drive. Obviamente no es un fallo de seguridad de Google ni un hackeo a gran escala sino que es fruto de la inconsciencia de algunos usuarios que no entienden las consecuencias de compartir un documento mediante enlace público.
Usando el clásico Google Dorking se puede encontrar de todo en Internet. En este caso concreto, mediante uno de los operadores de búsqueda más básicos, el de buscar en dominios concretos (site:drive.google.com).
Eso no nos puede llevar a escandalizarnos continuamente con «problemas de privacidad» inventados por la prensa, pero sí es una oportunidad muy didáctica de ilustrar periódicamente la importancia de comprender cómo compartimos las cosas online.