
Todos hemos sido adolescentes y, de alguna u otra forma, deseamos encajar e incluso destacar. Para ello mucha gente opta por ponerse nicks estrafalarios en redes sociales escritos en negrita, cursiva o con otra tipografía. Es una especie de hack rebelde, un «yo sé más que tú» de manual, un «a mí no me vas a poner tú límites de formato en el nombre».
El caso es que esos textos se escriben con caracteres especiales que solamente simulan ser lo que parecen. Y, como no podía ser de otro modo, dan muchísimos problemas a la gente con discapacidad visual que utilizan lectores de pantalla como NVDA.
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