Noticias como esta me hacen ver que vivimos en una auténtica distopía: el futuro implica empeorar un servicio para evitar males mayores. Y lo peor de todo es que no solo entiendo la iniciativa sino que, en vista de la situación actual en muchos lugares, me parece correctísimo.
Supongo que podríamos meter esta clase de iniciativas de «olvido digital» dentro del proceso de mierdificación actual por el que cada vez podemos fiarnos menos de los servicios que usamos.