Google Bard, la IA converscional al estilo ChatGPT, ha desembarcado al fin en España y en español.
- Punto positivo: el disclaimer inicial.
- Punto negativo/esperable: requiere estar registrado en Google. Para muchos eso es bastante inocuo, pero es un gran problema de accesibilidad.
- Punto muy negativo, extendible a todos los bots conversacionales: responden con total seguridad tanto cuando sus respuestas son objetivamente correctas como cuando alucinan y se inventan todo. En Mastodon he recopilado unas cuantas pruebas curiosas al respecto. En el caso de Bard, además, no se ofrecen de forma directa las fuentes que inspiran la respuesta y eso dificulta mucho contrastar la respuesta.
Yo sigo recomendando Perplexity como alternativa ideal debido a estos dos puntos negativos.