Tras este titular muchas personas podrían tener sudores fríos recordando la llegada de la TDT original: cambios de antena, discusiones con la comunidad de vecinos, televisiones incompatibles, sintonizadores de TDT con mandos adicionales que debemos aprender a manejar… pero, por suerte, en esta ocasión es probable que la mayoría no necesitemos hacer absolutamente ningún cambio.
La TDT en HD se impondrá como única opción en nuestras televisiones, pero se trata de un estándar implantado desde hace 15 años. Obsolescencia programada mediante, la mayoría de usuarios ya tiene televisiones o sintonizadores posteriores que ni se inmutarán tras el cambio. De hecho, por lo visto no será necesario ni hacer una resintonización de los canales.
En caso de tener algún equipo incompatible sí te tocará comprar un sintonizador DVB-T2.