A lo largo de la última década me he visto con equipos que por una u otra razón tendían a sobrecalentarse hasta extremos poco recomendables y siempre terminé recurriendo a esta magnífica y sencilla herramienta.
Merece la pena tenerla hasta cuando no sospechas que algo se caliente demasiado, no molesta y te da una información que puede ser muy valiosa para detectar futuros problemas.