WinRAR, el software de compresión en eterna fase de prueba, tiene un merchandising ideal: camisetas comprimidas. El proceso de descompresión se hace al meterlo en agua y, aunque yo ya lo había visto anteriormente, jamás se me habría ocurrido hilarlo con un producto como este.
El punto más negativo es que no es un producto barato (37€) y se ha agotado en 3 días. Pero también que, una vez descomprimida, la camiseta pierde toda su gracia porque pocas cosas más feas habréis visto en vuesta vida.
En la misma línea también tienen una bandolera con el logo que no comprime los objetos que introduces, pero desde luego permite llamar la atenció de todo aficionado a la Informática.
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