El problema de las “pequeñas” compañías es que hoy en día no pueden luchar contra los grandes. Dropbox o Evernote se ven obligadas a limitar sus ofertas gratuitas iniciales para, desesperadamente, monetizar un sector de su clientela gratuita.
En este caso puede salirle bien a Dropbox o, como a Evernote, puede empujar a sus usuarios a cambiar de servicio.
Y por esta razón yo he dejado de recomendar Dropbox como nube principal. Existe demasiada incertidumbre de fondo y no sabes si lo que hoy son 2 gigas y 3 dispositivos mañana será 1 giga y 2 dispositivos.
P.D: aunque, en honor a la verdad, la misma incertidumbre existe con los servicios nuevos de Google que no sabes si abrazar porque a los 6 meses pueden estar ya anunciando su cierre.