Microsoft empaqueta todas sus apps de ofimática en una sola de menos de cien megas y a mí me han alegrado el día. Así sí.
Porque yo ya estoy harto de que los grandes dividan todo en pequeñas aplicaciones que, al sumar, duplican o triplican el tamaño que deberían ocupar en nuestros teléfonos.
El ejemplo más claro y tradicional es el de Facebook cuando decidió deshacerse del chat en la app principal, que apenas le restó tamaño pero nos quedamos con la necesidad de instalar una app muy pesada para solo esa función.