En la ficción futurista se usa a la Inteligencia Artificial como al hombre del saco, para asustarnos. Y probablemente sea cierto el riesgo en muchos sentidos: a corto plazo me da mucho miedo que la IA ayude a crear contenido falso para inundar los medios de comunicación (algo en lo que ya se sobran y se bastan los propios medios).
Sin embargo, de la IA estamos sacando tantísimos avances en campos científicos que lo único que puede asustar es el ritmo de su avance. Sin ir más lejos, resulta que en un año han descubierto la estructura de 200 millones de proteínas y eso puede dar mucha vidilla en el sector médico.
Por si eso fuera poco, otra IA ha analizado fenómenos físicos para darnos una perspectiva diferente de lo que conocemos.
Lo cierto es que es difícil preveer por dónde irán estos avances en Inteligencia Artificial en, por ejemplo, el 2030.