Aunque comenzó a desarrollarse a finales de los 80, la red informática mundial pasó a dominio público hace ahora 30 años.
Debemos dar las gracias de que sus impulsores no tuvieran “mente de tiburón” y su mayor pretensión fuera crear unos estándares accesibles a todo el mundo. En un mundo en el que la interoperabilidad entre protocolos/sistemas propietarios brilla por su ausencia suena muy marciano, pero el mundo sería un poco más gris si la World Wide Web no se hubiera abierto.