Esto me lo apunto porque es la típica herramienta que uno busca fuera cuando, en muchas ocasiones, ya la incluye el propio Sistema Operativo. Eso sí, en este caso es necesario contar con la versión Pro de Windows, no la clásica Home.
El artículo es bastante largo e incluso complejo, pero también rico en capturas y muy completo dando explicaciones tanto si el ordenador cuenta con chip TPM como si no.