Resulta que Facebook ha estado compartiendo con Netflix las bandejas de mensajería privada de los usuarios de Facebook Messenger y ya nadie se rasga las vestiduras porque es una gota más en el enorme lago de despropósitos delictivos de Meta.
Podríamos preguntarnos por qué se centró únicamente en Facebook Messenger (que sepamos), cuando cuentan con plataformas mucho más potentes como WhatsApp e Instagram. La razón sería, claro, que estas últimas tienen cifrado de extremo a extremo para evitar que Meta y sus socios puedan entrometerse en nuestras charlas. Supongo que eso también explicaría por qué hace cinco años intentó eliminar el cifrado de WhatsApp.
Este no ha sido el único «escándalo» en las últimas semanas: durante años han usado Onavo, su VPN, para rastrear el uso de las apps de su competencia.
Si ya el concepto de VPN lleva a levantar una ceja sobre la circulación de nuestros datos privados, cuando esta pertenece a Meta es para echarse a correr. Sea Onavo o Study From Facebook, te paguen o te den un servicio adicional apetecible (reducción del consumo de datos, por ejemplo), al final son el mismo perro con distinto collar.