Un artículo muy interesante que toca el tema informático un poco de pasada: la idea es que un PDF (o documento de texto) ofrece datos desestructurados que luego resultan mucho más difíciles de analizar.
Es muy recurrente en las series/películas de abogados que una gran empresa se vea obligada a ofrecer documentación a un pequeño bufete y se decida por un ataque de transparencia extrema intentando ahogarlos en documentos insulsos. Esa misma idea se puede traspasar a la política, obligada (en ocasiones) por leyes de transparencia que exigen hacer el contenido público pero no ahondan tanto en sus formas.
Creo que un buen ejemplo de esto sería el caos de los informes durante la pandemia del COVID, muy completos pero muchas veces solamente disponibles en PDF.