Aunque están en desuso y en fase de desaparecer hasta de las placas base más completas, los puertos PS/2 son unos conectores muy curiosos y que llaman la atención de cualquiera que mire la zona trasera de un ordenador: circulares pero con una única posición de conexión muy clara, con muchos orificios extraños y diferentes colores (el morado es para el teclado y el verde para el ratón).
Técnicamente ofrecen alguna ventaja, ya que teclado y ratón deberían mostrar menor latencia con respecto a la opción USB. Sin embargo, el estándar actual se ha impuesto por buenos motivos como la posibilidad de conectar y desconectar con el ordenador encendido, algo que la tecnología PS/2 no permitía.