En Informática se tiende a engañar mucho al consumidor con los números: más gigahercios significa más velocidad, más megapíxeles implican mejores fotos, más gigabytes son sinónimo de mejor… y con eso se consigue llevar a cabo una carrera tecnológica que a veces olvida otros aspectos tanto o más importantes.
En el caso de la fotografía hoy es mucho más relevante la sensibilidad/apertura de la óptica, el tamaño del sensor o las capacidades manuales de la propia cámara, pues los megapíxeles hace tiempo que llegaron a cifras más que aceptables para el sector consumo.
Por poner un ejemplo, aunque nuestro móvil saque fotos a 16 megapíxeles de resolución, ésta se reducirá drásticamente hasta los 2 megapíxeles al enviarla por Whatsapp, Telegram o Facebook Messenger.
¿Y a que nadie suele quejarse de recibir fotos en baja resolución?
Bueno… yo sí, pero soy un caso aislado.
En definitiva, para concluir, mi consejo es siempre leer artículos dedicados al tema (porque afortunadamente hay muchos medios especializados en la fotografía que se dedican a analizar las cámaras de los nuevos móviles) y olvidarse de los numeritos que aparecen en la tabla de características que sólo sirven como orientación básica.