Estas novedades llegan realmente tarde, cuando la mayoría de creadores de contenido ya están curados de espanto y se han mudado de plataforma tan pronto han visto la posibilidad.
Aún así sigue siendo un medio predominante y está bien que algo se mueva para favorecer a las víctimas de reclamaciones injustificadas.
Resumiendo: reclamaciones precisas (el youtuber ya no tiene que adivinar qué material le reclaman, algo que también le ayuda en la defensa ante dicha reclamación) y capacidad para silenciar o intercambiar piezas musicales protegidas por otras sin derechos.