Se destapan sucias estrategias de Adobe para conseguir la máxima rentabilidad a costa de engañar a los consumidores. Es decir, una empresa privada haciendo cosas de empresa privada: me pinchas y no sangro.
La noticia de los patrones oscuros de Adobe solo es una más entre los numerosos escándalos recientes alrededor de esta compañía: pagar una suscripción para poder rotar un PDF, dejar tirados a los usuarios que utilizaban colores Pantone o boicotear a los consumidores de todo un país.
Veamos la parte positiva: esta noticia nos sirve para recordar que el software libre de código abierto puede ser la solución ideal para luchar contra estas estrategias tan rastreras: GIMP, Krita e Inkscape son buenos sustitutos para los programas más populares de Adobe.