Si hay una figura informática mitificada hasta el extremo, esa es la de Steve Jobs. Y no precisamente porque se hayan hecho dos películas de alto presupuesto tras su muerte, sino que a su alrededor siempre se ha esparcido un aire sectario bastante tóxico.
En este artículo de 56k se desmontan unos cuantos de esos mitos dejando bastante claro el tipo de persona que era: una a la que no querrías jamás como jefe, como amigo o como padre.
Pero tenía una gran visión de negocio y el don de la oportunidad, eso sí es innegable.