Este tipo de fundas evitan el establecimiento de todo tipo de conexiones inalámbricas en su interior, por lo que si metemos un móvil no habrá hacker capaz de acceder a él.
Podría ser un accesorio interesante para algunas personas muy concretas y no descarto que en el futuro se convierta en la mejor herramienta para escapar del control de multinacionales y Estados… pero hoy en día no deja de hacerme gracia pensar en regalar algo así al típico amigo que pone una pegatina a su cámara web.