Resulta que Chrome tiene un modo kiosco que pone el navegador en pantalla completa y deshabilita el atajo clásico que permite desactivarla, F11. Eso, combinado con la magia del phishing da como resultado meterte en una web que imita, por ejemplo, el inicio de sesión de Google… pero sin recibir las alertas por no ser una web legítima.
La solución es cerrar la pestaña o todo el navegador mediante atajo de teclado. Es muy fácil de ejecutar, pero tiene pinta de que para muchos usuarios esporádicos puede ser difícil ver que está en una página equivocada.