Un clásico que tengo que recordar en todos los cursos sobre el uso del teléfono móvil: no te fíes de quien te pide permisos injustificables.
No puedo contar con los dedos de mis manos cuantas personas me he encontrado con aplicaciones de linterna que quieren saber el historial de llamadas o la localización. Lo peor es cuando te das cuenta de que su teléfono ya tenía la función linterna en la barra de accesos rápidos (un estándar desde hace ya bastantes años).