Todavía no ha salido y Disney+ se ha convertido en una máquina de generar noticias negativas.
Primero fue el sistema que quiere impedir que compartamos contraseñas y ahora es convertirse en un servicio para todos los públicos. Por supuesto, todo esto desde la óptica norteamericana que censura el pezón masculino (incluso en actos inocentes como el de dar el pecho a un hijo) pero tolera la violencia física y el uso de todo tipo de armas.
Recordemos que, además, Disney compró Fox, una productora que se caracteriza por grandes sagas como Alien que nunca serán explotadas en esta plataforma debido a su recomendación para adultos.
Me quedo con la duda de si todo ese material quedará en la sombra o se ofrecerá a la competencia.