Nunca dejará de sorprenderme cómo, en aras de la sencillez/minimalismo las cosas tienden a ser menos usables y accesibles.
Las interfaces modernas están llenos de ejemplos. Eel más sangrante, para mí, es la incapacidad de navegar por menús únicamente con el teclado. Pero el caso que nos ocupa es la ausencia de una leyenda de Google Maps donde nos aclare a qué corresponde el color de cada elemento.
A falta de eso, este artículo puede ser muy útil para esas personas a las que les cuesta pillar qué es cada elemento.