Por si lo visto en el webcomic Contra Chrome no fuera suficiente, Google aprovecha el 15º aniversario de Chrome para dar un nuevo golpe a la privacidad de nuestros navegadores y lo disfraza, hipócritamente, como todo lo contrario.
La idea de base es que Google y sus colegas puedan acceder de algún modo a nuestro historial de navegación, algo que no suena nada bien.
Me alegra ver que entre el público informado este navegador se ha convertido en un apestado, pero el problema está en todos los neófitos que seguirán impulsando la tendencia al alza de este navegador. Será difícil convencer a muchos de que cambien estas opciones de privacidad que vienen activadas por defecto en todos sus dispositivos.