Más que un derecho, criticar a Renfe es toda una obligación moral. Si la web ya es un infierno, ahora parece que han conseguido que las máquinas de la estación sean todavía más caóticas.
Si alguien me dijese que esas fotos son de una broma de los santos inocentes lo aceptaría perfectamente… pero hablando de Renfe uno se puede esperar siempre lo peor.