El titular de la noticia es demoledor: casi un tercio de la generación Z (ojo, que buena parte de esa generación ya es «joven adulto») es víctima perfecta de cualquier ataque phishing por su desconocimiento de las TIC más allá de su uso cotidiano (redes sociales y apps móviles).
Son conclusiones de un estudio de la CECA (Confederación Española de Cajas de Ahorro), que los pone a la altura de personas de 50 y 60 años en cuanto a la autopercepción de sus propios conocimientos informáticos.
Curiosamente son los mayores de 50 años los que menos confían en las comunicaciones de bancos a través de medios no oficiales y eso me hace tener cierta esperanza porque, sin duda, es el sector de la sociedad al que más hemos taladrado con que no se fíen de nadie. Solo hay que insistir con los jóvenes igual que lo hemos hecho con los mayores.
Sin querer ser catastrofista ni señalar generacionalmente, yo he tomado buena nota para hacer hincapié en el tema de la ciberseguridad en cursos de todas las edades porque está claro que nacer con un iPad debajo del brazo no es suficiente razón para sentirse seguro online.