
Unos meses después de anunciar que dejan de fabricar los Chromecast tradicionales, los usuarios de todo el mundo se han encontrado durante este fin de semana con que no conseguían enviarle contenido a su televisión. ¿Obsolescencia programada o un nefasto control de calidad?
Todo parece indicar que lo segundo, pero yo ya me muevo a estas alturas en una hipótesis híbrida en la que, como Microsoft con sus actualizaciones defectuosas en Windows 10, lo que se pretende es desgastar al usuario hasta que ceda comprando un producto nuevo.
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