Descubro, gracias a Cavalleto, a un hacktivista obsesionado con las fuentes de datos públicas: Jaime Gómez Obregón. En este artículo detalla cerca de una decena de sus experimentos realizados durante este último año, centrándose siempre en dejar en ridículo procesos y herramientas de la administración pública bastante deficientes.
El año pasado ya hablé de parte de su obra: el SuperBOE que mejora en mucho las posibilidades del BOE original. Sin duda merece la pena leer todo lo que ha hecho e incluso ayudarle a seguir con ello patrocinándolo económicamente.