Dentro de los wearables hay un nicho de usuarios a los que no están atendiendo, los sedentarios.
En realidad sirve para todo el mundo, pues ayuda a mejorar nuestra higiene postural. Es uno de esos productos por los que merece la pena apostar, pues debería significar la próxima revolución en salud.
Vivimos en unos tiempos en los que niños y mayores pasamos más tiempo del debido sentados, mal sentados, sin darle mayor importancia. Pero tras usar unos días esta clase de productos uno ya se da cuenta de lo mal que se sienta y, lo que es mejor, comienza a corregir de forma instintiva su postura.