Una de las mejores cosas que nos traen los proyectos abiertos es que se adaptan muy rápidamente a toda clase de necesidades. El de Stable Diffusion no podría ser un mejor ejemplo de ello, ya que en pocas semanas han comenzado a salir toda clase de proyectos derivados, desde un instalador de Windows hasta decenas de plugins que lo llevan a programas como Krita, GIMP o Blender.
La parte negativa es que estos complementos (a excepción del proyecto de GIMP) requieren de una tarjeta gráfica potente, pues trabajan en local. En ese sentido sigue siendo mucho más cómoda la dependencia de la nube con páginas como DreamStudio.