Quién nos habría dicho hace quince años que Meta (otrora Facebook) se convertiría en el 2023 en el adalid de la apertura en las redes sociales.
Primero se les coló en un torrent LLaMA, la IA que estaban desarrollando (que luego les llevó a hacerla de código abierto) y ahora parece que siguen adelante con la idea de hacer un Twitter descentralizado en el fediverso y compatible con Mastodon y bajo el paraguas de Instagram.
Podríamos valorar positivamente los movimientos de Meta, pero me siento pesimista con la actualidad y creo que es demérito de la competencia.