
El popular servicio de transferencia online de archivos grandes la ha liado queriendo imponer un acuerdo abusivo sobre los derechos de todos los documentos subidos a su servidor (a perpetuidad en todo el mundo y con posibilidad de sublicenciarlos a terceras partes). La sospecha es que fueran a utilizar su gran base de documentos para desarrollar una IA propia o venderle los datos a otras empresas.
Pero han pinchado hueso porque es una herramienta que se utiliza muchísimo a nivel profesional y hemos tenido la suerte de que se armara el revuelo suficiente como para aparecer en los medios (varias semanas después). Eso ha provocado que viesen tambalear su negocio principal y hayan tenido que dar marcha atrás.
Debemos tener claro que esto no es una victoria sino solamente una pequeña pausa en un mundo inmerso en un proceso de mierdificación que parece totalmente irreversible. Desde luego, WeTransfer queda marcada y ya pocos la recomendarán… pero tenemos alternativas? pues sí, muchas.