Comparar un Windows XP con un Windows 10 sin actualizaciones de seguridad puede ser algo extremo, pero al fin y al cabo es un buen recordatorio de lo que nos espera si nos negamos a aplicar parches de seguridad fundamentales para que no se nos cuele todo virus posible.
Lo de que hayan tardado dos minutos en infectar a un Windows XP me suena incluso muy favorable porque recuerdo que en aquella época era una temeridad entrar sin firewall y antivirus.